domingo, 5 de julio de 2009

15ª Etapa.- Rabanal del Camino-Ponferrada.- 25 de Mayo, martes.

Salgo del albergue a las 6,30, ansioso por comenzar la etapa, que segun la guia es de las mas bonitas de todo el camino y ya en los primeros kilometros me encuentro con la cruz del vasco, que murio de infarto algunos dias antes. Todavia tiene flores en la cruz. Salgo a una carretera de montaña que va ascendiendo hacia la cima del alto de la Cruz de hierro. y llego a Foncebadon, un lugar mitico del camino. Es un pueblo abandonado, hundido, en ruinas y quizas por ello mantiene un aura mitica. Lo cruzo despacio, saboreando este ambiente medieval que se respira en todo el entorno. Solo falta la niebla y el aullido de los perros y los lobos para que la imagen sea perfecta. Si a eso unimos que el nombre me traia recuerdos de mi abuela Amparo, que en todas las historias que nos contaba cuando eramos niños el nombre de Foncebadon siempre salia de su boca para trasmitir algun lugar mitico. Que lugar mas magico. Poco a poco va resurgiendo y de vez en cuando alguna casa e incluso la vieja y hundida iglesia se van restaurando. Ojala que no la estropeen. Salgo del pueblo y a lo lejos ya se divisa la Cruz de hierro. Un poste de madera sostiene una cruz de hierro y esta se asienta en un monticulo de piedras que los peregrinos han traido de sus lugares de origen. Cumplo con la tradicion y deposito las dos piedras que he traido, una de Jaen y otra de Baños de la Encina, mi pueblo. Estoy en el punto mas alto de todo el Camino. Ya se ve hasta Galicia. Paisaje hermoso, de montaña, de siempre, con pueblos hundidos en valles sin fondo, pueblos que no han cambiado en siglos. Y en ese paisaje, tan aislado, tan antiguo, tan medieval, recibo en menos de media hora, al menos 5 llamadas por el movil, mi hermano Juan , su mujer Caty, mi madre, mi cuñado Marcos..a los que trasmito y me lo notan, la emocion que siento por esos parajes.
Comenzamos a bajar hacia Ponferrada. Una cuesta pronunciada y alternando asfalto con veredas. Nos paramos en el albergue de Tomas, en Manjarin, a tomar cafe. Viene muy recomendado en la guia. Es otro personaje del camino. Este me gusto un poco menos. El refugio cutre, sucio y mal cuidado ah y el cafe, infecto. Eso si, por la voluntad. Continuamos descendiendo y adelantando a caminantes cuando doy un traspies, que fui cayendome mas de 50 metros. Al final me pude apoyar en un talud y no llegue a caerme, pero el susto fue enorme.El gemelo se me subio y estuve un buen rato cojo. Tambien, con el traqueteo pierdo el mosqueton y el palo se me partio un poco. Ya mas tranquilos llegamos a Molinaseca. El albergue estaba cerrado, pero al tener en el exterior mesas y sillas, decidimos entrar a comer. Al no haber ningun bar cerca nos comemos el salchichon que llevaba Emilio desde su pueblo y bebimos agua que nos saco de un pozo una vecina. Todo un poco cutre, pero nos supo a gloria. Unas cigueñas muy sucias, nos miraban con envidia. Debian de ser basureras. Al rato llegaron el matrimonio de hospitaleros con los que mantuvimos una distendida sobremesa.
A los pocos kilometros se divisa Ponferrada, pero la llegada se alarga con una vuelta que nos hacen dar y entramos por la parte contraria. Que vuelta mas tonta. A las tres de la tarde ya estamos en la puerta del refugio. Esta en la plaza Virgen de la Encina y esta cerrado todavia. Nos tomamos unas cervezas en el bar de al lado hasta que viene el hospitalero. Ya en la cola para que nos sellen y nos den la cama, comento algo con Emilio sobre la Virgen de la Encina y el que iba detras, al oirme, me dice que es de Linares y que le tiene mucha fe a la Virgen de mi pueblo. Que casualidad. Yo ya sabia que la patrona de Ponferrrada era tambien la Virgen de la Encina y me falto tiempo para ir a ver su imagen a la iglesia proxima al albergue. Fue una tarde turistica. Vimoa el pueblo y su famoso y gran castillo y la cena, pantagruelica, en un restaurante que nos recomendaron, buena, bonita , barata y abundante. Unoa años despues, el restaurante habia desaparecido, y a cambio nos encontramos la sorpresa del museo de la radio que ha instalado alli, el famoso Luis del Olmo.
El albergue, viejo y anticuado estaba ya en las ultimas. Parece ser que hay ya uno nuevo. Coincidimos alli con el matrimonio canario y por primera vez con 4 guipuzcoanos ya viejecillos que al saber que era de Jaen, torcieron un poco el gesto suponiendo que era guardia civil. A mi tampoco me cayeron bien. Hoy han sido 32,5 kilometros y estoy con el cuerpo dolorido con el traspies. Caigo redondo en la cama y duermo como un liron.

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