Salgo del albergue a las 6,45 horas en una mañana de domingo y feriada sin nadie por las calles y todas las tiendas cerradas, y yo sin nada que comer, para calentar motores. Siempre me gusta, al principio de las etapa, ir comiendo algo ligero y dulce. Pero hoy nada. Asi que deseando de llegar al primer pueblo. La iniciamos, Miguel, Manolo el asturiano, Jose, el catalan y Oscar un catalan jovencillo, al que conocimos anoche. Miguel, va mal y lo dejamos atras, pensando en quedarse en Belorado. Al final llegara a Villafranca pero muy tarde.
Fue una etapa, bonita, facil y muy de risas, con gente joven y con ganas de cachondeo. Pasamos por Viloria, cuna de Santo Domingo de la Calzada y alli echamos unas risas a cuenta de unas vecinas. Vemos la ermita de la Virgen de la Peña y acompaño a Miguel al albergue. Los demas siguen y al final me quedo solo. Ya llegando a Villafranca, en Espinosa del Camino, el cielo se pone amenazante y comienza a llover. Me pilla atravesando el pueblo y nme meto en una cabina de telefonos acristalada. Que suerte tuve, pues aquello no era llover. El cielo se abrio y yo no he visto llover tan fuerte en mi vida. Y tiempo pues estuvo mas de media hora. Llame por telefono y Marta, mi hija pudo oir desde Jaen la lluvia. Llego a la cabina una alemana Grumpp.... no se que. Al final su nombre, de tan impronunciable lo olvide y eso que estuvo con nosotros varios dias. Una alemana simpatica, de muy buen ver, pero de español, nada de nada y asi es dificil la comunicacion. Fue buena compañera en el viaje. Al final del camino me la encontre en Santiago con unos amigos. Termino el camino en coche. No pudo mas con sus rodillas.
Llegamos al albergue de Villafranca Montes de Oca, un pueblecillo alrededor de una carretera muy transitada, un albergue en unas antiguas escuelas, malo, con unos jergones infames, con agua fria en las duchas, sucias y sin condiciones. Ademas hacia frio y eran unas habitaciones desapacibles. En fin el peor hasta ahora con diferencia. Menos mal que habia un restaurante en la carretera al que no le faltaba de nada y alli cenamos y estuvimos largo rato. Luego fuimos a la iglesia del pueblo donde se celebro un concierto de camara. Un quinteto barroco que nos deleito un buen rato. Concierto anacronico e inesperado por el lugar en que lo encontramos.
A las 10 todos en la cama. Todos estan mal, Oscar el tendon de aquiles y Miguel, que llega casi de noche, agotado, y Manolo las rodillas y yo como un mocico y ademas de la ampolla ni acordarme. Voy como una moto. Se nota y se agradece el entrenamiento. Os recomiendo que vengais entrenados. Mucha gente tiene que abandonar por la falta de preparacion. Mañana nos espera una etapa dura y al comienzo hay que subir el alto de la Pedraja, alto famoso en la carretera N-120 y que los peregrinos subimos por el monte. Hoy han sido 33,7 kilometros de camino
Fue una etapa, bonita, facil y muy de risas, con gente joven y con ganas de cachondeo. Pasamos por Viloria, cuna de Santo Domingo de la Calzada y alli echamos unas risas a cuenta de unas vecinas. Vemos la ermita de la Virgen de la Peña y acompaño a Miguel al albergue. Los demas siguen y al final me quedo solo. Ya llegando a Villafranca, en Espinosa del Camino, el cielo se pone amenazante y comienza a llover. Me pilla atravesando el pueblo y nme meto en una cabina de telefonos acristalada. Que suerte tuve, pues aquello no era llover. El cielo se abrio y yo no he visto llover tan fuerte en mi vida. Y tiempo pues estuvo mas de media hora. Llame por telefono y Marta, mi hija pudo oir desde Jaen la lluvia. Llego a la cabina una alemana Grumpp.... no se que. Al final su nombre, de tan impronunciable lo olvide y eso que estuvo con nosotros varios dias. Una alemana simpatica, de muy buen ver, pero de español, nada de nada y asi es dificil la comunicacion. Fue buena compañera en el viaje. Al final del camino me la encontre en Santiago con unos amigos. Termino el camino en coche. No pudo mas con sus rodillas.
Llegamos al albergue de Villafranca Montes de Oca, un pueblecillo alrededor de una carretera muy transitada, un albergue en unas antiguas escuelas, malo, con unos jergones infames, con agua fria en las duchas, sucias y sin condiciones. Ademas hacia frio y eran unas habitaciones desapacibles. En fin el peor hasta ahora con diferencia. Menos mal que habia un restaurante en la carretera al que no le faltaba de nada y alli cenamos y estuvimos largo rato. Luego fuimos a la iglesia del pueblo donde se celebro un concierto de camara. Un quinteto barroco que nos deleito un buen rato. Concierto anacronico e inesperado por el lugar en que lo encontramos.
A las 10 todos en la cama. Todos estan mal, Oscar el tendon de aquiles y Miguel, que llega casi de noche, agotado, y Manolo las rodillas y yo como un mocico y ademas de la ampolla ni acordarme. Voy como una moto. Se nota y se agradece el entrenamiento. Os recomiendo que vengais entrenados. Mucha gente tiene que abandonar por la falta de preparacion. Mañana nos espera una etapa dura y al comienzo hay que subir el alto de la Pedraja, alto famoso en la carretera N-120 y que los peregrinos subimos por el monte. Hoy han sido 33,7 kilometros de camino
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